miércoles, 19 de diciembre de 2012

El Palacio de Hierro (Diciembre 1912)

clic sobre la imagen para agrandarla

En la época navideña es de rigor pensar en los juguetes para los niños, ya sean los hijos, sobrinos, ahijados, nietos, etc. Esto no ha cambiado desde hace siglos, y justamente por la cercanía de la Navidad, les muestro este anuncio, de una tienda departamental muy conocida.

Hay un par de cosas que llaman la atención: En primer lugar la vestimenta de la niña y su muñeca; si no comentara que este anuncio es de hace exactamente 100 años, no sería difícil deducirlo. En segundo lugar, la simpleza del anuncio, considerando que El Palacio de Hierro es una tienda de lujo. Sin embargo, era la norma para ese tiempo, incluso mucha de la publicidad era enteramente de texto. Hoy somos "totalmente  visuales", parafraseando el lema de la tienda.

Disfruten de esta imagen.

jueves, 2 de agosto de 2012

Automóvil Renault (Febrero 1952)

clic sobre la imagen para agrandarla

Este anuncio me sorprendió muchísimo: No sabía que la compañía Renault ya había tenido una incursión en el mercado mexicano a principio de los 50's. Sólo había visto anuncios de Renault en revistas de los años 70's y principios de los 80's, así que encontrarme éste ha sido un garbanzo de a libra. No he vuelto a ver otro de esta época en todos los años que llevo coleccionando revistas antiguas.

El comercial alaba que el Renault sea un auto compacto, no un "yate de recreo", por lo que "se escabulle y aprovecha el menor espacio". Noten el rendimiento: 6 litros por 100 km (más de 16 km por litro) y puede alcanzar una velocidad de 100 km/h.

El dibujo del fondo es indudablemente París, con el Arco del Triunfo.

jueves, 14 de junio de 2012

Máquina de afeitar Gillette (Mayo 1951)

clic sobre la imagen para agrandarla

He tenido muy abandonado el blog en estos últimos meses, veo con gusto más seguidores y que el número de visitas se sigue incrementando. Espero poder ser más constante.

Regresando al asunto de los anuncios, el de esta semana es de mis favoritos. No tiene colores, ni demasiadas pretensiones visuales, pero nos ponía al tanto de una pequeña maravilla en el ámbito de las máquinas de afeitar. Mi papá tenía un rastrillo igual a éste, y desde niño siempre me intrigó el hecho que al girar se abría y cerraba. Soñaba con el tiempo en que pudiera también yo afeitarme.

No sabía que ya tenía sus buenos años en el mercado, hasta que al empezar mi colección de revistas antiguas me encontré con este anuncio. Poco después, ya más grandecito, tuve que afeitarme y aunque yo usaba un rastrillo diferente, el tipo de hojas era el mismo; no sé cuál haya sido la experiencia de los lectores, pero yo odiaba estas hojas de afeitar, siempre me parecieron muy incómodas, eso sin contar lo peligrosas que eran. Las cortaduras eran comunes, y no era raro que un amigo o yo mismo luciéramos un pequeño corte en la cara. ¡Así era en esos tiempos!

jueves, 29 de marzo de 2012

Cerveza Brisa (Agosto 1979)

clic sobre la imagen para agrandarla

Aunque se anunciaba con bombo y platillo como "la primera cerveza ligera", si mal no recuerdo su vida en el mercado fue breve. En aquel tiempo aún no entendía eso de la "cerveza ligera", y la "sensación de pesadez"; la campaña publicitaria fue muy intensa, noten que quería imponer una "nueva tradición", y seguramente todos los cuarentones que lean esto recordarán los anuncios por televisión.

Raro que no haya durado mucho, pues después de todo, esta bebida era elaborada por una de las principales compañías cerveceras del país. Aunque debo confesar que no puedo opinar sobre este tema con conocimiento de causa, era un niño en aquel tiempo, y nunca llegué a tomar una Brisa.

viernes, 10 de febrero de 2012

Lavadora General Electric (Julio 1955)

clic sobre la imagen para agrandarla

Después de más de dos meses, estamos de regreso, con un bonito anuncio. Aquí lo de menos es la lavadora, me encanta esta imagen de Guadalajara, con su nueva (en aquel tiempo) "cruz de plazas".

Lo lamentable fue la cantidad de edificios que se derrumbaron para ampliar la Avenida Alcalde, para que la ciudad se modernizara y fuera "más a tono con los tiempos". En lo que ahora es la rotonda de los jaliscienses ilustres, estaba el templo de Nuestra Señora de la Soledad, derribado en nombre del progreso, y la misma suerte corrieron dos manzanas de viejas casonas para construir lo que ahora es la plaza de la liberación.

El único edificio que se salvó fue el de Teléfonos de México, en la esquina de Juárez y Donato Guerra, gracias a la gran hazaña del Ing. Matute Remos, hace ya más de 60 años.